Ramos cayó como local ante Independiente por 74 a 66. Los de Avellaneda contaron con la inspiración de Germán Fernández (16) y Matías Kunkel (19) para llevarse un merecido triunfo. No fue suficiente el goleo de Dante Predazzi ni la voluntad de Martín Terzi en la pintura. El Rancho está con récord negativo en la zona (4-5) y en casa (2-3).
En la penúltima jornada de la primera fase del Torneo Federal, Ramos tenía una linda oportunidad -aunque no sencilla- de cerrar el año con una alegría ante su gente, pero chocó con un Independiente en alza (dos triunfos consecutivos) que supo optimizar sus rachas y que contó con un trascendental Germán Fernández para liquidar un partido, en líneas generales, parejo.
El comienzo fue favorable para el visitante. Independiente se las ingeniaba con Leandro Barreiro (14; 5/5 en dobles) y Fernández (3/3 de cancha en el periódo inicial) para dañar en la pintura y escaparse 18-12.
Estaba claro que Ramos no defendía bien a los internos de Avellaneda, pero se las ingenió para pasar al frente sobre el final del primer cuarto 23 a 22 con un triple de Dante Predazzi (16 y goleador del Rancho) y otros seis puntos de Martín Cuello, con bombazo incluido en el cierre.
Los primeros diez minutos se cerraron con defensas vulnerables y buenos porcentajes. La tónica no varió en el segundo chico, Independiente volvió a sacudir la red con dos triples del veterano Leandro Masieri (34-27) y mantenía el margen con un activo Matías Kunkel (19 y 9 rebotes en el juego).
El problema de Ramos volvía a pasar por la defensa, pero se le agregaban malas decisiones ofensivas al no haber claridad en la conducción porque carecieron los aciertos de los bases Cassettai, Pontillo o Massarelli, en sus veces de armador.
Los dirigidos por Patricio Neilan cambiaron la mentalidad en el arranque del complemento y volvieron a dar vuelta el marcador 49-47 con un triple de Cassettai.
Las cosas parecían salirle un poco mejor al Rancho, que sin hacer un papel brillante se llevó el parcial 17-9 y se las arregló con Martín Terzi bajo los tableros para emparejar lo que había sido el primer tiempo.
Independiente había entrado en una meseta, con varios minutos sin convertir, pero las rachas se rompen y otra vez apostando a Fernández, los conducidos por Seoane iban a tener una recompensa grande.
El pivote, hermano de Gabriel Fernández, fue un verdadero problema para los internos de Ramos y además condenó al local con un triple lapidario (69-64) a falta de un minuto para cerrar el partido.
Antes de la bomba, hasta los cuatro minutos decisivos, hubo intercambios de puntos en ambos lados de la cancha, pero el Diablo logró una ventaja importante de cinco puntos.
Ramos tuvo su última chance de quedar cerca con un triple de Maximiliano Segon (64-66) -desde la misma posición en la que clavó el empate ante Vélez para ir a suplementario- pero en la réplica apareció la daga del menor de los Fernández.
No pudo ser. El Rancho cayó en la inestabilidad que aquejó a muchos de los equipos de la División Capital Federal durante la rueda y ahora pasa a tener un registro adverso de cinco derrotas y cuatro triunfos.
Quedará la fecha final ante Gimnasia, en Villa del Parque y el receso para recargar las baterías y afrontar la dura y clave segunda fase.
Síntesis:
Ramos Mejía LTC (66): Lucas Cassettai 10, Martín Cuello 11, Dante Predazzi 16, Gonzalo Alvarez 2 y Martín Zekas 4 (f.i.); Martín Terzi 12, Luciano Massarelli 3, Maximiliano Segon 8, Facundo Pontillo y Guido Accardi. DT: Patricio Neilan.
Independiente (74): Lucas Argento 4, José Grosso (x) 6, Matías Kunkel 19, Leandro Barreiro 14 y Germán Fernández 16 (f.i.); León Nicanoff 3, Daniel Lares 6, Luciano Massieri 6 y Sebastián Cacciola. DT: Jorge Seoane.
Parciales: 23-22 / 14-21 (37-43) / 17-9 (54-52) / 12-22 (66-74)
Árbitros: Guillermo Grondona y Sergio López
Estadio: Ramos Mejía Lawn Tennis Club
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Ramos perdió como local ante Independiente y lleva cinco derrotas. |
En la penúltima jornada de la primera fase del Torneo Federal, Ramos tenía una linda oportunidad -aunque no sencilla- de cerrar el año con una alegría ante su gente, pero chocó con un Independiente en alza (dos triunfos consecutivos) que supo optimizar sus rachas y que contó con un trascendental Germán Fernández para liquidar un partido, en líneas generales, parejo.
El comienzo fue favorable para el visitante. Independiente se las ingeniaba con Leandro Barreiro (14; 5/5 en dobles) y Fernández (3/3 de cancha en el periódo inicial) para dañar en la pintura y escaparse 18-12.
Estaba claro que Ramos no defendía bien a los internos de Avellaneda, pero se las ingenió para pasar al frente sobre el final del primer cuarto 23 a 22 con un triple de Dante Predazzi (16 y goleador del Rancho) y otros seis puntos de Martín Cuello, con bombazo incluido en el cierre.
Los primeros diez minutos se cerraron con defensas vulnerables y buenos porcentajes. La tónica no varió en el segundo chico, Independiente volvió a sacudir la red con dos triples del veterano Leandro Masieri (34-27) y mantenía el margen con un activo Matías Kunkel (19 y 9 rebotes en el juego).
El problema de Ramos volvía a pasar por la defensa, pero se le agregaban malas decisiones ofensivas al no haber claridad en la conducción porque carecieron los aciertos de los bases Cassettai, Pontillo o Massarelli, en sus veces de armador.
Los dirigidos por Patricio Neilan cambiaron la mentalidad en el arranque del complemento y volvieron a dar vuelta el marcador 49-47 con un triple de Cassettai.
Las cosas parecían salirle un poco mejor al Rancho, que sin hacer un papel brillante se llevó el parcial 17-9 y se las arregló con Martín Terzi bajo los tableros para emparejar lo que había sido el primer tiempo.
Independiente había entrado en una meseta, con varios minutos sin convertir, pero las rachas se rompen y otra vez apostando a Fernández, los conducidos por Seoane iban a tener una recompensa grande.
El pivote, hermano de Gabriel Fernández, fue un verdadero problema para los internos de Ramos y además condenó al local con un triple lapidario (69-64) a falta de un minuto para cerrar el partido.
Antes de la bomba, hasta los cuatro minutos decisivos, hubo intercambios de puntos en ambos lados de la cancha, pero el Diablo logró una ventaja importante de cinco puntos.
Ramos tuvo su última chance de quedar cerca con un triple de Maximiliano Segon (64-66) -desde la misma posición en la que clavó el empate ante Vélez para ir a suplementario- pero en la réplica apareció la daga del menor de los Fernández.
No pudo ser. El Rancho cayó en la inestabilidad que aquejó a muchos de los equipos de la División Capital Federal durante la rueda y ahora pasa a tener un registro adverso de cinco derrotas y cuatro triunfos.
Quedará la fecha final ante Gimnasia, en Villa del Parque y el receso para recargar las baterías y afrontar la dura y clave segunda fase.
Síntesis:
Ramos Mejía LTC (66): Lucas Cassettai 10, Martín Cuello 11, Dante Predazzi 16, Gonzalo Alvarez 2 y Martín Zekas 4 (f.i.); Martín Terzi 12, Luciano Massarelli 3, Maximiliano Segon 8, Facundo Pontillo y Guido Accardi. DT: Patricio Neilan.
Independiente (74): Lucas Argento 4, José Grosso (x) 6, Matías Kunkel 19, Leandro Barreiro 14 y Germán Fernández 16 (f.i.); León Nicanoff 3, Daniel Lares 6, Luciano Massieri 6 y Sebastián Cacciola. DT: Jorge Seoane.
Parciales: 23-22 / 14-21 (37-43) / 17-9 (54-52) / 12-22 (66-74)
Árbitros: Guillermo Grondona y Sergio López
Estadio: Ramos Mejía Lawn Tennis Club
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