Doble y Punta

"Para ganar hay que sufrir, sino no vale". Esa frase rondó por las mentes de los simpatizantes de Ramos en la noche de Caballito. Y claro, es que su equipo nuevamente tuvo que definir el partido en la última pelota, cuando el trámite ante Italiano parecía finiquitarse antes del límite. Y tuvo que aparecer Oscar Soto, que atrapó el rebote proveniente de su fallido lanzamiento y mediante una bandeja encestó el doble agónico para el 60 a 58 final.

Ramos llegaba a Caballito cón la tranquilidad de ser el único líder y de jugar ante un rival que en los números figuraba como el más débil, ya que se encuentra último en la tabla. Pero este dato colorido para nada influyó en el juego, o por lo menos no se notó, porque Italiano ametralló a triples en los primeros minutos, con la buena efectividad de Wassaf (3/4 en triples) y Fredd. La visita, sin su goleador y figura, Manute Montero debió también recurrir a los lanzamientos largos y mal no les fue. Primero Svoboda, luego Carranza y más tarde Ziegler calentaban la muñeca para arrimar a Ramos.

Lentamente, con el correr de los minutos el dominio de los dirigidos por Pato Neilan fue acrecentándose, sobretodo en la pintura. El ingreso de Zapata fue una de las claves para que el Rancho se adelantara por 37 a 29 y respirara tranquilo.

En el complemento y con una máxima de diez puntos a su favor, Ramos Mejía empezó a relajarse e Italiano, peleando en los rebotes de ataque, comenzó a inquietar y preocupar. Wassaf seguía afilado con el aro y a éste se le sumaba Lequerica en la lucha interna. La ventaja que poseía la visita lentamente se achicaba y todo indicaba que la recuperación de los Tanos era viable.

Llegamos al último cuarto y Ramos comandaba el match gracias a los buenos aportes de Billone y Rivarola, insistentes en el poste bajo, tratando de volcar su potencia en ese sector y aprovechando la cantidad de faltas acumuladas de Fredd. El tiempo transcurría y la visita se frotaba las manos pensando un nuevo éxito, pero no contaron con la astucia de Italiano, que en el último minuto se arrimó a sólo tres unidades (55-58). Todo volvía a empezar y el partido se armaba nuevamente. Los recuerdos de aquel juego en José Hernández volvían a aparecer en las retinas de la gente de Ramos. Y algo similar ocurrió porque tras una pérdida de balón y con 18 segundos por jugarse, Trapasso convirtió un triple para nivelar las acciones (58-58).

Todo quedaba en la última posesión, que favorecía al puntero. 12 segundos era lo que indicaba el reloj. El balón pasó por Ricci, quien buscó la penetración y una potencial falta. Acto seguido: la defensa de Italiano se cerró de tal manera que el alero de Ramos debió descargar a Soto, libre en la esquina para tomar el lanzamiento. El ex Banco Provincia falló su intentó pero el rebote volvió a caerle en sus manos para que tomara la última decisión. Con el camino allanado y el tiempo que se extinguía, alcanzó a dar los dos pasos para depositar la naranja en el cesto y sellar el triunfo.

Otra vez, como ante Echague, Ramos pudo celebrar un éxito logrado con sufrimiento y angustia, que en definitiva sirve para sumar y seguir como líder, pero que significa que se deben mejorar algunas cuestiones si se quiere pelear por el título.

* El Dato: El domingo 13 de mayo, en el gimnasio del Lawn Tennis, Ramos e jugaron el partido correspondiente a la primera fase y saben cómo terminó... 60 a 58 para el local. Sí, ídentico al resultado de esta noche.

Síntesis:

Italiano (58): Trapasso 4, Drebert 3, Wassaf 15, Micheletti 6 y Fredd 14 (f.i.); De la Fuente 4, Lequerica 9, Lozano 2 y Sánchez.

Ramos Mejía (60): Carranza 8, Ziegler 7, Svoboda 13, Billone 7 y Rivarola 9 (f.i.); Ricci 4, Zapata 10, Soto 2 y Sobrero. DT: P. Neilan.

Parciales: 19-19 / 10- 18 (29-37) /13-11 (42-48) /16-12 (58-60)